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La transformación digital es un cambio sustancial en la forma en que una organización ofrece valor a sus clientes. Implica un replanteamiento de cómo una organización utiliza la tecnología, las personas y los procesos en la búsqueda de nuevos modelos comerciales y nuevas fuentes de ingresos, motivado por los cambios en las expectativas de los clientes en torno a los productos y servicios.

La implementación de nuevas tecnologías en las empresas para mejorar sus operaciones comerciales y satisfacer a los clientes era ya vital desde antes de la pandemia. Durante los últimos años, las empresas habían venido emprendiendo el camino de la transformación digital para contrarrestar el potencial de disrupción tanto de empresas establecidas como de las nuevas, pero con la pandemia la transformación digital ha adquirido aún mayor importancia y se ha acelerado a un ritmo previsto de años a solo unos cuantos meses.

Lo anterior ha llevado a que los líderes de Tecnología de la Información (TI) cambien las prioridades de sus hojas de ruta estratégicas y estén adoptando softwares en la nube, incluyendo colaboración con video, así como implementando softwares de aprendizaje automático (ML-machine learning) que ayudan a manejar cómo los productos pasan a través de las cadenas de suministro.

Tales implementaciones vistas de manera individual, una a la vez, no facilitan la transformación. Estas herramientas y otras soluciones deben ser concebidas como un entretejido en toda la estructura de la empresa, y así obtener una imagen más clara de la capacidad digital de la organización y que refleje sus prioridades comerciales. Por esto la transformación digital requiere la colaboración entre los diferentes departamentos, que permita combinar sus filosofías del negocio con el desarrollo de las aplicaciones.

A pesar de todos estos avances y cambios, un importante número de ejecutivos prevé que sus modelos de negocios actuales serán económicamente viables solo hasta 2023, y saben que sus empresas deben seguir innovando y desarrollando nuevos modelos digitales para mantenerse compitiendo de manera eficiente en el mercado.

Para esto, hay algunos consejos que las empresas deben seguir en su búsqueda del cambio que desean:

  • Alinear los objetivos de la transformación digital con las metas comerciales. Los líderes de TI deben conocer y comprender el problema que la empresa está tratando de resolver y alinear sus objetivos con el resultado que se busca lograr.
  • La TI ya no es el departamento al que se llama solo para reparar los servicios dañados, sino que debe trabajar de manera conjunta con el resto de la empresa para crear las soluciones necesarias que ofrecen valor a los clientes, debe ser un co-creador.
  • Elegir socios estratégicos que lo acompañen en su transformación digital, como una consultora especializada, porque los líderes de TI necesitan apoyo para cumplir con los requerimientos digitales de manera de lograr los resultados esperados y que permita reducir el tiempo en que empiecen a generar valor comercial. Escoja aquellos con experiencia comprobada y cuyos valores y filosofía estén en consonancia con los suyos.
  • Rediseñar el negocio y sus productos en torno a los resultados que generen valor para el cliente. Esto podría incluir el uso de software en la nube para acelerar el cambio y adoptar la digitalización para impulsar la eficiencia operativa y responder a las expectativas cambiantes de los clientes.
  • Capacitar a los empleados en lo digital para que estén en sintonía con el uso de la nueva tecnología a implementar. Si bien la tecnología emergente y los procesos renovados son cruciales, las habilidades adecuadas en el personal resultan esenciales para cualquier transformación digital.

Una transformación digital puede fallar o retrasarse por varias razones, como la falta de conexión entre TI y los objetivos del negocio, falta de compromiso de los empleados, operaciones deficientes, incluso un liderazgo deficiente, pero frecuentemente se ve fracasar por querer un cambio inmediato, sin transición entre el sistema heredado y el nuevo, con el propósito principal de reducir costos como propulsor del negocio, por la presión de mostrar resultados, creando falsas expectativas sobre lo que se puede hacer, cuándo se puede hacer, y con qué rapidez se puede hacer.

La transformación digital se ha convertido en una disrupción necesaria para toda empresa hoy en día; disrupción en cuanto cambio fundamental en la forma de crear valor para sus clientes. Esta no es solo función del departamento de informática, sino que debe involucrar y comprometer a todos los departamentos de la empresa como cocreadores de soluciones.

Con el acelerado ritmo al que está avanzando la tecnología, las empresas deben mantenerse constantemente innovando y desarrollando nuevos modelos digitales y permanecer al día con el cambiante contexto actual, por esto es aconsejable contar con socios estratégicos que apoyen no solo con tecnología, sino con los procesos, transiciones, capacitaciones, y empezar a generar valor en un tiempo óptimo.

Se digitalizan la información y los procesos, las personas se transforman.